La tercera semana de enero 2013 se celebró el “Taller Ocio para Todos” dentro de las actividades programadas de la III Bienal de Diseño iberoamericana celebrada en Madrid.
El taller estuvo coordinado por Sara Sal, diseñadora de productos y servicios, Daniel Velasco y Ramsés Oliver de Aderal Branding expertos en estrategias de comunicación, y Yago Bouzada y Ángel D.Berruezo de Nodos Arquitectura aportando también información respecto a accesibilidad y barreras arquitectónicas. La Asociación Dinama, que desarrolla programas de ocio inclusivo para personas con discapacidad con educadores sociales expertos en el tema aportó el caso práctico.
El objeto del “Taller Ocio Inclusivo” era aprender cómo mejorar las opciones actuales de servicio público y proponer nuevas oportunidades de forma creativa. De hecho, se consiguió una implicación total de los participantes en el reto planteado. Con esta cita, se quería poner al alcance de los ciudadanos y los profesionales herramientas de co-creación para favorecer la accesibilidad de productos, entornos y servicios.
En las dos sesiones presenciales que tuvieron lugar en los Talleres de la Central de Diseño del Matadero de Madrid los participantes (estudiantes de diseño, profesionales de industrias creativas, profesionales vinculados a las temáticas relativas y personas implicadas con este cambio social, no necesariamente vinculadas al diseño) conocieron de primera mano cuales son las barreras y problemas que a diario hay que solucionar y propusieron conjuntamente ideas creativas y prácticas como alternativas viables a los diferentes problemas planteados. De este modo, se creó un caso real de diseño de servicios junto con un equipo profesional e interdisciplinar como es Dinama y Nodos Arquitectura.
El Diseño de Servicios es una modalidad que integra otras muchas disciplinas del diseño (gráfico, interiores, producto…) e impone una metodología abierta en el que caben diferentes profesionales en su ejecución. Este modelo de ‘Design Thinking’ pone al alcance de los interesados herramientas para crear u optimizar un servicio, a fin de hacerlo más accesible, usando una metodología de diseño participativo y democrático (“para todos”).
De este modo, es en la propia innovación de empresas e instituciones que prestan servicios al ciudadano, donde ponemos el acento sobre el elemento humano, diseñando el servicio desde las verdaderas necesidades de las personas. Se trata de un compromiso que debe surgir de igual manera en organizaciones y empresas en tres ámbitos: social, medioambiental y financiero.